Ayer Mourinho salió
con todo en el Camp Nou. Salió a jugarle de tú a tú al FC Barcelona, sin miedo
y sin complejos. Le salió bien. El Barcelona tuvo la posesión pero el Real
Madrid dominó.
Y digo esto porque
los blaugranas vencieron el duelo por la posesión (66-34), pero a los blancos
no les interesaba tener el balón. Ellos esperaban atrás, ordenados y seguros,
como aquel Inter de Milán que apeó de la final en el Bernabeu al conjunto de
Guardiola, para robar y salir rápido a la contra.
Tuvimos la suerte de
ver un partido bonito (tal vez no futbolísticamente, pero si en lo llamado ‘el
otro fútbol), un partido noble, sin tanganas, sin decisiones arbitrales
polémicas. Tal vez uno de los mejores clásicos de estos últimos años (sin mirar
el resultado).
Gran partido táctico
de los hombres de Mourinho. Sobretodo en defensa: Jugadores como Coentrão o
Arbeloa que sufrieron ante el Bayern, hicieron un partido muy completo ayer. El
portugués frenó bien las embestidas de Alves, y en la otra banda, Arbeloa tiró
mucho de oficio y experiencia para frenar al joven Tello.
Guardiola se equivocó
al no sacar a jugadores como Alexis, Piqué o Cesc. Adriano no cumplió
defensivamente, Pepe le ganó el duelo aéreo en el primer gol, y un pie suyo rompió
el fuera de juego de Khedira, y el segundo gol llegó por su banda. Tello, como
ya hemos dicho, muy fallón cara a puerta. Thiago también mal, no aporta lo que
te puede aportar Cesc en un partido como estos.
Messi no apareció,
aunque para no aparecer, dejó a Xavi sólo ante Casillas en un magistral pase.
Pero no brilló como se esperaba. Cristiano venció el duelo individual con un
partido muy completo y marcando el gol de la victoria.
El Real Madrid fue un equipo, fue un conjunto y sacaron el partido adelante
todos juntos. Todos cumplieron con nota, todos hicieron un gran partido tanto
en defensa como en ataque. Así es como se ganan los campeonatos. Buen
planteamiento, mejor ejecución.
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