La semana pasada en
este mismo blog escribimos sobre el Sporting de Gijón un artículo dándolo como equipo de Segunda División, cuando matemáticamente aún podía salvarse.
Craso error el
nuestro, el Sporting nunca se da por vencido y en sus filas tiene un jugador
que representa más que nadie ese sentimiento de lucha: Gastón Sangoy.
Un jugador que a
principio de temporada no contaba mucho para Manuel Preciado por la excelente
temporada que estaba cuajando David Barral (9 goles) pero que si que ha tenido
importancia en el proyecto de Clemente.
Sangoy, un jugador no
muy dotado técnicamente, un jugador de pura garra, de casta, de los que
enamoran a Clemente. Uno de los que nunca se rinden, el orgullo por encima de
todo, ha llevado al Sporting a seguir soñando con la permanencia.
En la jornada 33, el
Sporting se las vio muy mal para ganar a un Levante que soñaba con la Champions League.
Tuvo que remontar dos veces para conseguir la victoria. Con un 2-2 en el
marcador, Sangoy, que había salido por Barral y no llevaba ningún gol en Liga,
se levantó al ver que un balón le llegaba en la frontal del área y le pegó con
el alma para batir a Munúa. Era el minuto 84 y tres puntos se quedaban en
Gijón.
Gastón Sangoy, celebrando su gol ante el Levante.
Otro de sus goles
llegó en otro partido crucial para la salvación, contra el Rayo Vallecano. Sangoy,
que se ganó la confianza de Clemente a base de sacrificio, abrió la lata del
partido. Partido que luego Mate Bilic se encargaría de sentenciar.
Ayer el argentino
metió dos goles ante el Real Betis, equipo ya salvado, en lo que era la
penúltima final de la temporada. Primero, marcando el penalti que suponía el
1-0 (que ya hay que tenerlos bien puestos para atreverse a tirar un penalti en
ese momento). El partido se complicó cuando Jorge Molina, al borde del descanso
y con Javier Clemente ya camino de los vestuarios, empató el partido.
Pero en Gijón están
acostumbrados a caminar en la cuerda floja. La esperanza es lo último que se
pierde, al menos en Asturias demuestran que es así. Sangoy, tras una buena
jugada combinativa con Trejo fusiló a Casto. El gol define a la perfección la
situación del Sporting, le pegó con rabia, le pegó con toda su alma para batir
al portero del Betis y para que todo El Molinón gritara al cielo el gol de
Sangoy.
2 comentarios:
Hola :
Me llamo Jimena San Martín soy administradora de un sitio web. Tengo que decir que me ha gustado su página y le felicito por hacer un buen trabajo. Por ello me encantaria contar con tu sitio en mi web, consiguiendo que mis visitantes entren tambien en su web.
Si estas de acuerdo hazmelo saber enviando un mail a jimena.sanmartin@hotmail.com
Jimena San Martín
Contestada ;)
Saludos.
Publicar un comentario